La Guardia Civil ha detenido esta madrugada a un hombre en Castro Urdiales que llevaba desde el lunes encaramado a una ventana de su vivienda, amenazando con lanzarse al vacío para evitar su arresto tras agredir a su madre. La operación, que culminó a las 4:30 horas, fue el resultado de largas horas de mediación por parte de un negociador y de la intervención de numerosos agentes y efectivos de emergencias.

El dramático episodio comenzó el pasado lunes, cuando la madre del hombre acudió al hospital para recibir atención médica después de haber sido agredida por su hijo, quien padece una enfermedad mental. Tras ser tratada, la mujer presentó una denuncia ante la Guardia Civil, relatando los hechos.

Ante la gravedad de la denuncia, los agentes se personaron en el domicilio familiar. Sin embargo, el hombre, al percatarse de su llegada, obstruyó la puerta de la vivienda para evitar que los agentes entraran. Cuando finalmente lograron forzar la entrada, el sujeto les amenazó con un arma blanca, intentando impedir su acceso. Posteriormente, en un acto de desesperación, se trasladó al balcón de la vivienda, desde donde comenzó a amenazar con tirarse si intentaban detenerlo.

Tres días de intensa mediación

Durante tres días, la Guardia Civil desplegó un amplio operativo en la zona, que incluyó la intervención de un negociador especializado en situaciones de crisis. La tensión fue palpable en la localidad, mientras los agentes intentaban convencer al hombre de que desistiera de su actitud y se entregara pacíficamente.

Finalmente, tras horas de negociación, los esfuerzos de la Guardia Civil dieron sus frutos y el hombre fue detenido sin que se produjera ningún desenlace trágico. Ha sido trasladado bajo custodia al Hospital Marqués de Valdecilla en Santander para su valoración médica y psicológica, dado su historial de enfermedad mental.

Impacto en la comunidad

Este incidente ha mantenido en vilo a la comunidad de Castro Urdiales durante varios días. La imagen del hombre encaramado a la ventana de su vivienda, amenazando con saltar, ha sido un recordatorio de las tensiones que pueden surgir en situaciones de crisis de salud mental y violencia familiar.

La rápida y profesional intervención de la Guardia Civil ha sido clave para resolver este delicado caso sin lamentar mayores consecuencias. Ahora, las autoridades y los servicios sociales trabajan para garantizar que el detenido reciba la atención que necesita, mientras se continúa con el proceso judicial correspondiente.