El epicentro del seísmo se localizó a solo 3 kilómetros de Gáldar, un municipio situado en la provincia de Las Palmas, y ocurrió en el mar, a una profundidad poco especificada. Aunque el movimiento telúrico fue significativo por su magnitud, hasta el momento no se han reportado daños personales o materiales graves.

Efectos del terremoto en Gran Canaria

El temblor se sintió de manera clara en varias localidades cercanas, especialmente en Santa María de Guía de Gran Canaria, Moya, y Agaete, donde es probable que los habitantes hayan percibido el balanceo de objetos en sus hogares. A pesar de la intensidad del seísmo, se considera poco probable que haya provocado daños materiales importantes, aunque los efectos se extendieron también a otras áreas más alejadas como Santa Cruz de Tenerife, Telde y Santa Lucía de Tirajana.

Herramientas de monitoreo y participación ciudadana

El IGN ha puesto a disposición de los ciudadanos un cuestionario macrosísmico en su página web. A través de este formulario, las personas afectadas pueden proporcionar detalles sobre su experiencia durante el temblor. Esta información es de gran utilidad para el IGN, ya que permite recabar datos sobre la intensidad percibida en distintas zonas, la reacción de las personas, y si hubo movimiento o caída de objetos. Estos datos, en combinación con los que recogen los sismógrafos distribuidos por el organismo, son cruciales para elaborar un escenario más detallado de lo ocurrido y ayudar a calcular los posibles daños y efectos del terremoto en la población.

Aumento de la actividad sísmica en la zona

Este terremoto no ha sido un evento aislado. De hecho, en los últimos días se han registrado dos temblores más en la región, y desde que comenzó el mes de septiembre, el número total de seísmos ha ascendido a siete. Este fenómeno forma parte de una actividad sísmica en aumento en la zona, aunque es el temblor de mayor intensidad registrado en los últimos seis meses. El anterior, ocurrido el 7 de mayo de este año, alcanzó una magnitud de 2.3, muy por debajo del registrado este martes.

Un terremoto sin consecuencias mayores

A pesar de su magnitud de 4.1, el terremoto de este martes no ha provocado grandes daños, pero sí ha servido como un recordatorio de la actividad sísmica presente en las Islas Canarias. Los expertos continúan monitoreando la zona para asegurarse de que no haya un aumento en la frecuencia o intensidad de los seísmos, mientras las autoridades locales y el Instituto Geográfico Nacional mantienen abiertas las vías de comunicación para que la población pueda colaborar aportando información relevante.