El Ministerio del Interior ha confirmado que el cuartel de la Guardia Civil de Sierrapando mantendrá su ubicación actual en la capital del Besaya.

En las últimas semanas se estaba estudiando la posibilidad de trasladar el puesto de la Benemérita a la localidad de Polanco.

De hecho, la polémica surgió después de que el presidente cántabro anunciara -tras mantener una reunión con la alcaldesa, quien le pidió su apoyo para impulsar la obra- que había pedido al ministro del Interior que agilizara los trámites para que la construcción del nuevo cuartel y casa-vivienda de la Guardia Civil en Polanco pudiera comenzar en 2023. Algo que no gustó al Ayuntamiento de Torrelavega, donde gobierna la coalición PRC-PSOE y ambos partidos se han opuesto, asegurando los regionalistas que no tenían conocimiento oficial del posible traslado.

Por su parte, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños,sekaló la pasada semana que que Interior está dialogando con Torrelavega y Polanco y el Gobierno de Cantabria para llegar a un acuerdo sobre el cuartel de la Guardia Civil, tras la polémica sobre su futura ubicación.

«Como tantas cosas en la vida se trata de hablar de encontrar un punto de entendimiento y una vez que tengamos un acuerdo llevarlo a cabo», dijo el ministro, a preguntas de los periodistas, después de reunirse con el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla. El ministro explicó que no le consta que haya alguna reunión prevista entre el Ministerio del Interior, que es el que está «liderando este asunto», pero sí que hay «continuos contactos» entre las partes implicadas.«A mí me parece que cuando una cosa se está dialogando con la finalidad de llegar a un acuerdo, a un punto de equilibrio, es muy positivo y, a partir de ahí cual sea el desenlace final lo veremos», añadió entonces Bolaños.

Según el ministro, este asunto no fue tratado en la reunión que ha mantenido con Revilla, quien ha destacado «por añadir algo positivo de esta polémica» que, mientras hay lugares no quieren a la Guardia Civil, en Cantabria «los queremos en cada pueblo», más allá de que los alcaldes «tienen la obligación de intentar buscar lo mejor para sus municipios».