En un entorno natural de ensueño, donde los ecos de la historia cántabra se mezclan con los aromas de la sidra recién escanciada, Miengo celebró un evento que ha dejado una huella imborrable en la región. La primera edición de la Feria de la Sidra y el Mercado Agroalimentario de Mogro no solo cumplió las expectativas, sino que superó con creces todo pronóstico.

"La tradición no se hereda, se conquista cada día", decía el escritor cántabro José Hierro, y ayer, en Miengo, esa conquista fue palpable en cada rincón de la campa de la Virgen del Monte. Desde las primeras horas de la mañana, el bullicio de los visitantes anticipaba una jornada que fusionaría lo mejor de la tradición cántabra con una propuesta moderna y accesible.

El alcalde, Marino García, quien inauguró oficialmente la feria, destacó en su discurso que este evento es un "reflejo del esfuerzo colectivo de un pueblo que siempre ha sabido valorar sus raíces sin dejar de mirar hacia el futuro". Sus palabras resonaron entre los asistentes, que pudieron comprobar de primera mano el resultado de meses de trabajo y dedicación por parte de productores locales, voluntarios y colaboradores.

El Mercado Agroalimentario se convirtió en un verdadero manjar para los sentidos. Frutas y verduras frescas, quesos artesanales y embutidos curados llenaron los puestos, atrayendo a los amantes de la calidad y lo autóctono. Los productores locales, verdaderos guardianes de la tradición, se mostraron emocionados ante la posibilidad de conectar directamente con sus consumidores, en un intercambio que va más allá de lo comercial: es un diálogo entre la tierra y quienes la trabajan.

Pero, si hubo un protagonista indiscutible, fue la sidra. En un enclave donde la cultura sidrera tiene profundas raíces, la Feria de la Sidra ofreció una experiencia única. Las degustaciones permitieron a los visitantes adentrarse en el universo sensorial de esta bebida ancestral, descubriendo los matices que hacen única a cada variedad. "La sidra es la sangre de nuestra tierra, un elixir que encapsula el alma de Cantabria", declaró uno de los maestros sidreros presentes, subrayando la importancia de preservar y promover este legado.

Entre los asistentes, los comentarios eran unánimes. Jesús, un vecino de Miengo, no pudo evitar destacar el ambiente familiar del evento: "Aquí se respira un aire de comunidad, de encuentro. Es una feria para todos, desde los más pequeños hasta los mayores". María José, otra vecina, fue directa: "¡Ya era hora que hicieran algo en condiciones! Este tipo de eventos hacen falta en nuestro pueblo".

El evento no solo fue un éxito gastronómico, sino también un triunfo comunitario. Actividades para los más pequeños, música en vivo y danzas folclóricas contribuyeron a crear un ambiente festivo y acogedor para todas las edades. Las familias encontraron en la feria un espacio de encuentro y celebración, un lugar donde las generaciones se cruzaron y compartieron en torno a la cultura y las tradiciones cántabras.

"El éxito no se mide por los aplausos, sino por las huellas que dejas", reza una antigua frase, y las huellas de esta feria ya están marcadas en la historia de Miengo. Los organizadores, un equipo de voluntarios y colaboradores que trabajaron sin descanso durante meses, lograron crear un evento que ha puesto a Miengo en el mapa de las grandes celebraciones de Cantabria.

El futuro de la Feria de la Sidra y el Mercado Agroalimentario de Miengo se presenta brillante, con promesas de crecimiento y una segunda edición que ya comienza a gestarse en las mentes de los organizadores. Miengo ha demostrado que la tradición no solo se preserva, sino que se reinventa y crece, enriqueciendo a toda la región con su esencia y su alma.

Cantabria ha ganado un nuevo símbolo de su identidad, y Miengo, un lugar destacado en el corazón de todos los que ayer, domingo, vivieron una jornada para el recuerdo. 

El folclore de Cartes da vida al 75º aniversario de la Virgen del Monte en Mogro

El pasado sábado, el A de Mogro celebró el 75º aniversario de la proclamación de la Virgen del Monte como Patrona de la localidad. Las festividades tuvieron lugar en la emblemática campa de la Virgen del Monte, y la jornada estuvo marcada por una serie de eventos que reunieron a la comunidad en una emotiva celebración. El programa de la celebración contó con una destacada actuación de folclore a cargo del Grupo Torreón de Cartes, que ofreció una muestra de la rica tradición cultural de la región.