La conmemoración del Día del Museo de La Real Fábrica de Artillería de La Cavada ha alcanzado este año una nueva cumbre de solemnidad y respeto por la historia de Cantabria. Eva Guillermina Fernández, consejera de Cultura, Deporte y Turismo, fue la encargada de encabezar los actos, asistiendo a una recreación histórica que destacó el momento en que el brigadier Fernando Casado de Torres tomó posesión como director de la emblemática fábrica. Esta actividad, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional desde 2010, ha reafirmado la importancia de la Real Fábrica como un pilar en la historia militar y industrial española.

La Real Fábrica de Artillería de La Cavada, que funcionó como principal suministradora de munición y piezas de artillería para la Armada Española entre 1622 y 1835, es más que un vestigio del pasado; es un símbolo del orgullo regional y del ingenio técnico de la época. El acto central de la recreación, que contó con la presencia de figuras clave como el director general de Cultura y Patrimonio Histórico, José Antonio Gonzáles, y el alcalde de Riotuerto, Alfredo Madrazo, rememoró la entrada en funciones del brigadier Fernando Casado de Torres (Zafra 1784-Murcia 1829), un prestigioso ingeniero y militar de la Ilustración que dejó una huella imborrable en la historia de España.

La toma de posesión de Casado de Torres, quien dirigió la Real Fábrica en un periodo crucial de la historia militar española, fue revivida con minuciosa precisión. La Agrupación 31 de agosto de San Sebastián, vestida con trajes de la época, lideró un desfile militar que recreó la atmósfera de aquel entonces, acompañado por bandas de música y una tamborrada infantil de La Cavada que resonó con ecos del pasado en las calles de la localidad.

Uno de los momentos más impresionantes de la jornada fue el disparo de la salva de honor con un cañón de 48 libras. Este cañón de avancarga, fundido en una sola pieza y que se conserva en el museo, retumbó con la misma fuerza que debió tener en sus días de gloria, recordando a los presentes la capacidad bélica que antaño caracterizó a la fábrica. Este gesto simbólico no solo es un tributo a la ingeniería militar de la época, sino también una reafirmación del patrimonio cultural de Cantabria.

La recreación histórica de la toma de posesión de Casado de Torres ha sido la culminación de la Semana del Museo 2024, una serie de eventos que han incluido un ciclo de conferencias con temas tan diversos como 'El ejército de tierra español desplegado en el mundo' y 'Cuando el dominio de los mares suponía el dominio del Mundo'. Estas conferencias, pensadas para poner en valor figuras históricas y abordar aspectos clave de la historia militar, ofrecieron una inmersión profunda en el pasado y atrajeron a un público interesado en el patrimonio cultural de Cantabria.

Este año, la celebración también ha contado con la incorporación de un mercado artesanal en la zona del Arco de Carlos III y visitas guiadas en el entorno histórico donde se situaba la Real Fábrica, proporcionando a los asistentes una experiencia inmersiva que combina historia, cultura y tradición.

Patrimonio Inmaterial: La riqueza cultural de Cantabria

La realización de la recreación histórica y los eventos asociados no solo sirven para conmemorar momentos específicos de la historia, sino también para preservar y difundir el patrimonio inmaterial de Cantabria. Este patrimonio, que incluye las danzas tradicionales, la música y las artes populares, es fundamental para mantener viva la identidad regional. Las danzas, por ejemplo, forman parte de un legado que ha sido transmitido de generación en generación, y que sigue siendo un componente crucial de la cultura popular cántabra. La recreación histórica del Día del Museo de La Real Fábrica de Artillería de La Cavada es un excelente ejemplo de cómo estos elementos pueden integrarse en celebraciones contemporáneas, conectando el pasado con el presente y asegurando que las tradiciones culturales continúen siendo una parte vibrante de la vida regional.

Eva Guillermina Fernández, al resaltar la importancia de este evento, no solo reafirma el compromiso del Gobierno de Cantabria con la cultura y el patrimonio, sino que también nos recuerda que estas celebraciones son un testimonio vivo de la riqueza histórica de la región, un legado que merece ser preservado y compartido con las futuras generaciones.