Estados Unidos reafirmó su dominio en el baloncesto mundial al vencer a Francia por 87-98 en la final de los Juegos Olímpicos de París 2024, asegurando así su decimoséptima medalla de oro en la historia del torneo olímpico. Este triunfo, marcado por el talento individual de sus estrellas, tuvo como protagonista a Stephen Curry, quien, a sus 36 años, completó un torneo extraordinario al encestar cuatro triples en los últimos tres minutos del encuentro.

Para Curry, considerado el mejor tirador de todos los tiempos, este oro olímpico era el único galardón importante que faltaba en su ya impresionante carrera. Su contribución fue fundamental para que Estados Unidos se colgara su quinto oro consecutivo, manteniendo la hegemonía en el baloncesto mundial que ha ejercido durante décadas.

El enfrentamiento, celebrado en un abarrotado Parque de los Príncipes, recordó a muchos la final de Tokyo 2020, en la que Estados Unidos también derrotó a Francia. Sin embargo, en esta ocasión, el equipo norteamericano no arrasó desde el principio. Fue un partido que requirió de todo el ingenio y talento de sus estrellas para superar a una combativa selección francesa que, alentada por su público, llegó a poner en aprietos a los estadounidenses.

El arranque del partido estuvo dominado por Victor Wembanyama, el joven prodigio de 20 años que ya brilla con los San Antonio Spurs en la NBA. Wembanyama hizo gala de su versatilidad, anotando 13 puntos en la primera mitad y demostrando por qué es uno de los jugadores más prometedores del baloncesto mundial. A su lado, Guerschon Yabusele también aportó de manera significativa, aunque tuvo que lidiar con la formidable presencia de Anthony Davis bajo los aros.

El partido se mantuvo equilibrado hasta el descanso, con ambos equipos intercambiando rachas de acierto y mostrando por momentos lo mejor de su repertorio. Francia logró encontrar su tiro exterior en el tercer cuarto, lo que le permitió mantener una ventaja de 72-66 al inicio del último período, gracias a una buena racha de Evan Fournier, quien ayudó a reducir una desventaja que había llegado a ser de 14 puntos.

En los minutos finales, la resistencia francesa fue sostenida por Nando De Colo, quien intentó por todos los medios mantener a su equipo en la lucha. No obstante, Estados Unidos desplegó toda su artillería en el momento crucial. LeBron James, con 14 puntos y 10 asistencias, y Kevin Durant, quien sumó su cuarto oro olímpico, fueron determinantes. Pero fue Curry quien se encargó de sellar la victoria con su especialidad: triples que quedarán grabados en la memoria de los aficionados al baloncesto.

En total, Curry acumuló 60 puntos entre la semifinal y la final, demostrando una vez más su capacidad para brillar en los momentos más importantes. A sus 36 años, el base de los Golden State Warriors añadió un nuevo capítulo dorado a su ya legendaria carrera, coronándose campeón olímpico en el marco inmejorable de una final de Juegos Olímpicos.