El economista y exministro Josep Piqué ha puesto en duda los «impuestos extraordinarios» a la banca y a las empresas energéticas anunciados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su intervención de el pasado martes, en la primera jornada del Debate del Estado de la Nación, en la que «echó de menos» que éste planteara las «reformas estructurales» que España «sigue necesitando».

Así lo ha dicho, a preguntas de los medios de comunicación, en declaraciones realizadas en Santander, donde Piqué, que actualmente es presidente de la Fundación Iberoamericana Empresarial (FIE), está participando en el VII Encuentro de Empresas Multilatinas, dentro de la programación de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

Piqué ha afirmado que «le parece bien que se hagan esfuerzos para que los sectores más afectados por la crisis o la inflación tengan algún tipo de alivio» pero cree que financiarlos con impuestos de carácter extraordinario «puede tener sus problemas» porque, entre otras cosas, «afecta a la seguridad jurídica y a la confianza de los inversores», algo que «se debe de tener muy en cuenta».

Piqué ha lamentado que Sánchez no planteara en su exposición en el Debate de reformas estructurales que, a su juicio, se precisan, como la tributaria, la educativa, o medidas que profundicen la del mercado de trabajo, cuando, según ha dicho, sería «muy interesante y muy conveniente» que se pusieran encima de la mesa.

Además, cree que para abordarlas, «en la medida de lo posible», se deben buscar «consensos» porque, según ha señalado, la «incertidumbre» y la actual situación económica «va a durar tiempo» y, por tanto, cree que «requieren planteamientos que vayan más alla de una legislatura o de un gobierno concreto y tengan consistencia y solidez mas allá de la alternancia política».

«España, al igual que América Latina, sigue necesitando reformas estructurales», ha señalado Piqué, que actualmente es presidente de la Fundación Iberoamericana Empresarial (FIE).

Piqué ha señalado que América Latina y Europa están pasando «una situación enormemente compleja y difícil» que requieren, en su opinión, tomar «decisiones muy serias» sobre estas «permanentemente pendientes» reformas estructurales así como sobre políticas monetarias o fiscales.

Ha señalado que el actual escenario es «de incertidumbre» no solo derivado de la guerra en Ucrania sino de los efectos de la pandemia, que todavía siguen y cree que «probablemente» persitirán durante «un cierto tiempo».

«Son situaciones novedosas que obligan a pensar con cierta originalidad y cierta apertura de miras porque ante situaciones excepcionales, probablemente también hay que tomar medidas excepcionales», ha afirmado.

Respecto a Estados Unidos, cree que la situación es «muy diferente» que en Europa y cree que el Viejo Continente se encuentra en una situación «mucho más débil y vulnerable» tanto por su dependencia energética --que no tiene EE.UU-- como por las características de su inflación. A su juicio, la «prueba» de la distinta situación de Europa y Estados Unidos es la evolución en el tipo de cambio de la moneda, donde «todo apunta» a que «por primera vez casi desde el origen del euro, va a estar por debajo del dólar».

Todo esto, según ha argumentado afecta a los países de América Latina, que tiene su deuda nominada en dólares y, por tanto, «un dólar fuerte les complica la vida a la hora de devolver la deuda y ganar margen para políticas fiscales».

Además de esta cuestión, que a juicio de Piqué constituye una «parte fudamental» del problema al que se enfrenta América Latina, hay otra, que es la «situación institucional y política que viene derivada, en términos generales, la desaparición del sistema de partidos políticos tradicionales» y su sustitución por «presidentes que normalmente parten de plataformas de carácter muy personal y que no suelen tener mayoría parlamentaria», lo que «dificulta enormemente hacer cualquier tipo de reforma» de las que se precisan.