La estrategia de no dar explicaciones, más propia de regímenes opacos, pone de manifiesto un patrón inquietante: cuando el Partido Popular está en el punto de mira, el Gobierno y sus satélites mediáticos claman justicia. Pero, cuando es el PSOE quien debe rendir cuentas, el ruido se desvanece en un silencio cómplice.

La amnesia selectiva de los medios afines al Gobierno

Los grandes medios de comunicación, tradicionalmente volcados en su labor de fiscalización cuando se trata del PP, han elegido esta vez desviar la atención. ¿Dónde están los editoriales de El País condenando este escándalo? ¿Por qué La Sexta no abre sus informativos con las novedades del 'caso Ábalos'? Se pregunta Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. Es evidente que el sanchismo goza de una protección mediática sin precedentes, una especie de escudo de impunidad que le permite evadir el escrutinio público al que sí se somete a la oposición.

El juego sucio de la Fiscalía General del Estado

Tampoco la Fiscalía General del Estado se salva de este cuestionamiento. La fiscal general, designada por Sánchez, sigue mirando hacia otro lado mientras las pruebas se amontonan. El caso Ábalos, que implica una presunta red de corrupción con conexiones en el Ministerio de Transportes, debería haber encendido todas las alarmas. Sin embargo, Dolores Delgado mantiene una actitud pasiva, permitiendo que este escándalo se diluya en la opinión pública.

Los sindicatos y el mundo de la cultura, desaparecidos

Sumar, Podemos y el resto de socios del PSOE guardan un clamoroso silencio. Los sindicatos, que suelen ser la primera línea de defensa de los derechos y la ética pública, han decidido hacerse los desentendidos. Y lo mismo ocurre con el mundo de la cultura, tan rápido en firmar manifiestos y alzar la voz contra los escándalos del Partido Popular, pero ahora completamente mudo.

Este escándalo deja al descubierto la doble vara de medir con la que se juzga a los partidos en España. Mientras el PP es sometido a un escrutinio inclemente, el PSOE navega entre las sombras, protegido por los suyos. El 'caso Ábalos', con sus implicaciones sobre el uso indebido de fondos públicos, no solo es un reflejo de la corrupción dentro del partido, sino también de una crisis de valores y de la falta de respuestas por parte del Gobierno de Sánchez.

El PSOE, atrapado en su propia trampa

No es casualidad que Pedro Sánchez no haya dado la cara. El silencio del presidente es una táctica bien calculada para evitar desgastes innecesarios. Pero, al mantenerse callado, está perdiendo una oportunidad de oro para demostrar transparencia y rendición de cuentas. Su negativa a hablar del caso Ábalos no solo daña su credibilidad, sino que también perjudica al partido en su conjunto, que sigue acumulando escándalos.

Ayuso desenmascara la hipocresía socialista

En este contexto, Isabel Díaz Ayuso no ha tardado en señalar las contradicciones del PSOE. En un contundente mensaje publicado en X, la presidenta de la Comunidad de Madrid lanzó un ataque certero al denunciar la hipocresía del Gobierno y su maquinaria mediática. Sus diez puntos sobre la falta de cobertura mediática y el doble rasero en el tratamiento de la corrupción política se han viralizado, encendiendo el debate público.

Ayuso destacó cómo el silencio de los medios y la fiscalía afín al sanchismo han protegido al PSOE, mientras se atacaba sin descanso al PP. Un reflejo del estado actual de la política española, donde las instituciones parecen haber dejado de ser imparciales.

El fracaso de la regeneración política prometida por Sánchez

Sánchez llegó al poder con la promesa de regenerar la política y luchar contra la corrupción. Sin embargo, el caso Ábalos evidencia el fracaso de ese discurso. En lugar de transparencia y responsabilidad, lo que ha prevalecido es la protección a los suyos y la ocultación de los escándalos. Este doble rasero no solo perjudica al Gobierno, sino que socava la confianza de los ciudadanos en las instituciones democráticas.

10 diferencias cuando la corrupción cerca al Gobierno de Sánchez.

1-Nadie, ninguna TV, ha grabado la entrada en prision de Aldama.

2-Fiscalía General del Estado mira para otro lado.

3-Wyoming anoche de bromas con Aznar.

4-Infolibre abre con Ayuso.

5-El País no saca editorial…

— Isabel Díaz Ayuso (@IdiazAyuso) October 11, 2024