El Partido Popular de Cantabria lanza un contundente llamamiento a la acción, alertando sobre el riesgo inminente que supone el acuerdo de financiación pactado entre el Gobierno central y Esquerra Republicana. La región podría perder hasta 600 millones de euros anuales, amenazando su viabilidad económica y la estabilidad de sus servicios públicos.

En un momento crítico para el futuro de Cantabria, el Partido Popular ha dado un paso al frente para denunciar lo que considera una grave amenaza para la autonomía y estabilidad de la región.

La polémica financiación singular, negociada entre el Gobierno de Pedro Sánchez y Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), ha suscitado la más feroz oposición por parte del PP cántabro, que ve en este acuerdo un intento de despojar a la región de los recursos necesarios para sostener sus servicios públicos y asegurar su desarrollo económico.

El PP cántabro, que ha expresado su preocupación en diversas ocasiones y lo ha denunciado reiteradamente durante las últimas semanas, advierte que la implementación de este acuerdo podría significar una pérdida de hasta 600 millones de euros anuales para Cantabria. Según los cálculos de la formación, este recorte presupuestario no solo pondría en peligro la viabilidad de la autonomía cántabra, sino que comprometería seriamente la capacidad de la región para financiar áreas esenciales como la sanidad, la educación y las infraestructuras.

«Este acuerdo es un ataque directo a la autonomía de Cantabria», subrayan desde el PP, señalando que el Gobierno de Sánchez está dispuesto a sacrificar el bienestar de las regiones para garantizar su permanencia en el poder. Esta crítica se enmarca dentro de un análisis más amplio de la situación política en España, donde el Partido Popular observa con creciente preocupación cómo se desmantelan los principios de solidaridad y cohesión territorial en favor de una agenda que beneficia a unos pocos, a costa del conjunto del país.

La financiación singular pactada con ERC ha sido calificada por el PP como un «cuponazo» destinado a comprar la lealtad de los independentistas catalanes, en detrimento del resto de las comunidades autónomas.

Este acuerdo, que según los populares se asemeja peligrosamente a un concierto económico, ha generado una ola de rechazo no solo en Cantabria, sino también en otras regiones como Aragón y Castilla-La Mancha, donde líderes socialistas han alzado la voz contra lo que consideran un pacto «inconstitucional» y «desestabilizador».

El Partido Popular de Cantabria ha instado a sus homólogos socialistas en la región a que adopten una postura firme en defensa de los intereses cántabros, siguiendo el ejemplo de líderes como Adrián Barbón, presidente de Asturias, quien ha dejado claro que «no apoyaremos nada que vaya en contra de los intereses de Asturias». Sin embargo, desde el PP se lamenta que el líder socialista cántabro, Pablo Zuloaga, haya optado por apoyar este acuerdo, lo que consideran una traición a los ciudadanos de Cantabria.

«Zuloaga está dispuesto a sacrificar a Cantabria para mantenerse en el poder», acusan desde el PP, criticando que el líder socialista ponga sus ambiciones personales por encima de las necesidades de la comunidad. Esta actitud, aseguran, pone en grave riesgo el futuro de Cantabria en un momento en el que la región necesita más que nunca un liderazgo firme y comprometido con sus intereses. Además de las repercusiones financieras, el Partido Popular de Cantabria ha expresado su preocupación por el efecto dominó que esta medida podría desencadenar en otras regiones de España.

Si Galicia o Andalucía exigieran un trato similar al de Cataluña, se desestabilizaría el sistema de financiación autonómica y se abriría la puerta a una fragmentación aún mayor del país. «Sánchez está descuartizando a plazos este país», advierten los populares, señalando que cada nuevo acuerdo con sus socios independentistas es un paso más hacia la desintegración de la nación.

El PP de Cantabria también ha subrayado que la legitimidad del Gobierno central se ve seriamente comprometida cuando permite que un pequeño grupo de jóvenes de Esquerra Republicana, sin representatividad en el resto del país, decida aspectos fundamentales de la política nacional. «Es inadmisible que el futuro de España esté en manos de unos pocos que no representan a la mayoría de los españoles», concluyen.

En este contexto, el Partido Popular de Cantabria ha hecho un llamado urgente a la acción, instando a todas las fuerzas políticas de la región a unirse para defender los intereses de la comunidad y evitar que se materialice lo que consideran un error político de consecuencias incalculables. «No podemos permitir que Cantabria sea sacrificada en el altar de la política de concesiones de Pedro Sánchez», afirman, dejando claro que el PP luchará con todas sus fuerzas para preservar la integridad y el futuro de la región.