La ejecutiva de ERC ha aprobado un preacuerdo con el PSC para investir a Salvador Illa como presidente de la Generalitat de Cataluña. El acuerdo incluye mejoras en la financiación y el impulso del catalán. La decisión final dependerá de la votación de las bases de ERC, programada para el viernes.

Este lunes, tras una extensa reunión que comenzó a las 9:30 de la mañana, la executiva de ERC ha dado luz verde a un preacuerdo con el PSC para que Salvador Illa asuma la presidencia de la Generalitat. Aunque los detalles específicos del acuerdo aún no se han hecho públicos, fuentes republicanas han adelantado que se enfoca en dos aspectos clave: la financiación de Cataluña y el impulso del catalán.

El preacuerdo incluye mejoras en la financiación de Cataluña, que desde ERC describen como un «concierto». Esta es una concesión significativa ya que el término había sido rechazado por el PSC en negociaciones anteriores. Además, se ha acordado un aumento en el apoyo al uso y promoción del catalán, una prioridad para ERC.

La portavoz de ERC, Raquel Sans, está a punto de comparecer para ofrecer una explicación detallada del acuerdo y responder a las inquietudes sobre las medidas pactadas. El siguiente paso en el proceso es la votación de las bases del partido, que se llevará a cabo mediante una consulta telemática programada para el viernes, 2 de agosto. Esta votación determinará si el preacuerdo es ratificado y, por ende, si Illa será investido presidente.

La reunión en la sede de ERC en la calle Calabria, inicialmente prevista como un trámite, se ha convertido en un punto de tensión dentro del partido. A medida que avanzaban las discusiones, se hizo evidente la existencia de opiniones divididas sobre el acuerdo. Algunos líderes republicanos temen que una falta de apoyo unánime pueda complicar la aceptación del pacto por parte de las bases del partido.

Entre las voces críticas, destaca la de Pilar Vallugera, diputada de ERC en el Congreso, quien ha expresado su rechazo a la investidura de Illa a través de redes sociales. Esta disidencia dentro del partido pone en relieve las dificultades que enfrenta ERC para consolidar un consenso interno.

A la par de la negociación entre ERC y PSC, el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha intensificado su postura contra el acuerdo. Puigdemont, que actualmente reside en el exilio, ha señalado que considera que la colaboración entre ERC y el PSC es una traición a los principios de su movimiento. Su posible regreso podría ser un intento estratégico para influir en la votación de las bases de ERC y desacreditar a la cúpula del partido como colaboracionista.

A pesar de las tensiones internas y las críticas externas, ERC continúa avanzando en la negociación. La votación entre los militantes será crucial para determinar si el preacuerdo se consolida. Si las bases aceptan el pacto, Salvador Illa se convertiría en el nuevo presidente de la Generalitat, marcando un cambio significativo en la política catalana.

El preacuerdo entre ERC y PSC para la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat representa un avance importante en la política catalana. Sin embargo, la decisión final está en manos de las bases de ERC, que deberán decidir el viernes si ratifican el pacto. Mientras tanto, la influencia de figuras como Carles Puigdemont y la división interna del partido podrían jugar un papel decisivo en el desenlace de esta negociación.