Dos vuelos programados para conectar Santander con Granada fueron cancelados el sábado, mientras que un tercer vuelo con destino a Vigo experimentó un retraso significativo, según han confirmado fuentes de AENA. Estos incidentes afectaron las operaciones en el aeropuerto Seve Ballesteros, generando molestias entre los pasajeros y complicaciones en la planificación del tráfico aéreo de la zona.

En detalle, el vuelo IB305 que cubría la ruta desde Vigo hacia Santander registró un retraso acumulado de 5 horas y 25 minutos, causando un notable inconveniente para los viajeros. Además, los vuelos de ida y vuelta entre Santander y Granada, identificados como IB8308 e IB8309, fueron cancelados. Estas cancelaciones se debieron a problemas técnicos en los aviones que operan en las rutas entre la capital cántabra y las ciudades de Vigo, Granada y Jerez de la Frontera.

La Asociación Amigos del Aeropuerto de Parayas, a través de su cuenta en la red social X (anteriormente conocida como Twitter), señaló que estos problemas técnicos afectaron el normal desarrollo de los vuelos, causando las cancelaciones y el retraso mencionado. Esta situación ha generado preocupación entre los usuarios frecuentes de estas rutas, quienes dependen de la puntualidad y regularidad de los vuelos para sus desplazamientos.

Air Nostrum, la compañía aérea que opera estas rutas, aún no ha emitido un comunicado oficial detallando las causas exactas de los problemas técnicos que llevaron a la interrupción de los vuelos, ni ha ofrecido una estimación de cuándo se solucionarán los inconvenientes técnicos que han afectado sus operaciones. Este tipo de incidentes no es inusual en la industria aérea, donde la seguridad es la máxima prioridad y cualquier irregularidad técnica puede llevar a la suspensión de vuelos para evitar riesgos mayores.

Los pasajeros afectados por las cancelaciones y el retraso prolongado han sido atendidos conforme a las normativas europeas, que establecen derechos específicos en situaciones de este tipo, incluyendo la provisión de asistencia y la posibilidad de solicitar compensaciones económicas dependiendo de la duración de la interrupción y del tiempo de espera.