Una avería en un tren entre Casar de Periedo y Golbardo ha sumido en el desconcierto a los pasajeros que se dirigían a Santander. La interrupción, ocurrida en plena jornada laboral, ha generado una serie de retrasos y cancelaciones en la línea C2, afectando gravemente la movilidad en la comarca.

Renfe ha confirmado que la incidencia, detectada alrededor del mediodía, alcanzó su punto álgido entre las dos y las cuatro de la tarde, cuando se suprimieron el 50% de las conexiones entre Cabezón de la Sal y Santander. La complejidad del problema radicó en que el tren averiado bloqueó una de las dos vías del tramo, lo que obligó a desviar toda la circulación a una única vía. Además, Renfe tuvo que implementar un plan alternativo de transporte por carretera, un gesto que no ha evitado las quejas de los usuarios.

Desde la operadora ferroviaria destacan que, pese al caos momentáneo, la normalidad se fue restableciendo de forma progresiva. De hecho, el último tren afectado, informan, circuló con apenas 20 minutos de retraso, un alivio tras la tarde de incertidumbre.

Este tipo de incidentes pone de manifiesto la fragilidad de las infraestructuras ferroviarias en Cantabria y la necesidad de mejorar la gestión de emergencias. Aunque se ha reanudado la actividad, no han faltado las críticas de los usuarios, que exigen a Renfe más transparencia y eficiencia en la comunicación de estas situaciones.

El incidente se suma a la larga lista de desafíos que enfrenta el transporte público de la región, y deja en evidencia que aún queda mucho por hacer para garantizar un servicio de calidad en las conexiones ferroviarias cántabras.