A partir del 1 de octubre, entrarán en vigor nuevos ajustes en el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) aplicable a los alimentos básicos en España. Esta modificación afecta a productos de la cesta básica, entre ellos el aceite de oliva, que ha experimentado uno de los mayores aumentos en los últimos meses. Según el Índice de Precios de Consumo (IPC), el precio del aceite de oliva ha subido un 25,1 % en tasa interanual, es decir, en comparación con agosto de 2023. Desde enero de 2021, el producto ha acumulado un incremento total del 170,5 %.

El Gobierno había adoptado previamente la medida de reducir el IVA a 0 % en ciertos alimentos básicos como el pan, los huevos, las verduras y el aceite de oliva. Esta medida, implementada el 1 de julio, expirará el 30 de septiembre. A partir de octubre, el tipo impositivo sobre estos productos aumentará al 2 %, permaneciendo en ese nivel hasta el 31 de diciembre. Este ajuste responde a la necesidad de afrontar las consecuencias económicas derivadas de los conflictos en Ucrania y Oriente Próximo, los cuales han generado un incremento significativo en los precios de los productos alimenticios.

En una rueda de prensa, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, explicó que a partir de ahora el aceite de oliva será considerado como un producto básico, lo que garantizará que siempre se le aplique un tipo superreducido de IVA. En España, este tipo es del 4 %, lo que significa que, cuando finalicen las medidas excepcionales y los tipos vuelvan a la normalidad, el IVA del aceite de oliva se situará en este nivel en lugar del 10 % habitual antes de las reducciones temporales.

Este ajuste en el IVA no afecta solo al aceite de oliva. El decreto aprobado en junio por el Gobierno también estableció una prórroga hasta el 30 de septiembre para la reducción del IVA al 5 % sobre la pasta y los aceites de semilla. Sin embargo, a partir de octubre, el tipo impositivo para estos productos aumentará al 7,5 %, en línea con las recomendaciones de la Comisión Europea de retirar gradualmente las medidas adoptadas en respuesta a la crisis.

Las subidas de precios han sido uno de los principales efectos derivados de las tensiones geopolíticas y han impactado especialmente en los productos básicos. La intención del Gobierno es adaptar las medidas fiscales a esta realidad, aunque dichas acciones están alineadas con la recomendación de las autoridades europeas de ir eliminando los beneficios temporales a medida que se estabilizan las condiciones económicas.