La Sala Segunda del Supremo reafirma, por tercera vez, que la Ley de Amnistía no cubre la malversación que conllevó un beneficio personal, dejando a Junqueras y otros exconsejeros fuera de su protección jurídica. El Alto Tribunal rechaza los recursos presentados por la Fiscalía, la Abogacía del Estado y las defensas de los principales líderes del procés.

El Tribunal Supremo, en un nuevo giro judicial que confirma la firmeza de su postura, ha desestimado por tercera ocasión consecutiva los recursos de Oriol Junqueras y otros líderes independentistas catalanes condenados por malversación. La Sala Segunda, con una resolución casi unánime, ha ratificado que la Ley de Amnistía no ampara a aquellos que incurrieron en malversación con beneficio patrimonial personal, modalidad que fue excluida expresamente del ámbito de aplicación de la ley.

Este golpe judicial, que refuerza la negativa del Alto Tribunal a conceder el perdón a los artífices del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017, deja a Junqueras y a exconsejeros como Raul Romeva, Dolors Bassa y Jordi Turull sin la protección jurídica que buscaban. Pese a los repetidos intentos de sus defensas por integrar sus condenas dentro de los márgenes de la Ley de Amnistía, el Supremo ha sido claro: el desvío de fondos públicos para fines personales no puede ser objeto de amnistía.

Una ley excluyente

La exclusión de la malversación de la Ley de Amnistía se ha convertido en el punto central del debate jurídico que enfrenta a las defensas de los condenados con la Fiscalía y la Abogacía del Estado, que también se vieron obligadas a presentar recursos. Este nuevo revés judicial marca una victoria significativa para quienes defienden la integridad del sistema judicial frente a las presiones políticas del separatismo catalán.

El tribunal no solo ha rechazado los argumentos de las defensas, sino que también ha desestimado el recurso de Vox, que buscaba excluir de la amnistía los delitos de desobediencia, entendiendo que estos debían tener un tratamiento distinto. En su auto, el Supremo deja claro que los delitos de malversación con ánimo de lucro personal no pueden quedar impunes bajo el paraguas de una amnistía diseñada, según sus defensores, para "sanar heridas políticas".

Puigdemont y Junqueras, fuera de la amnistía

El fallo afecta directamente a los principales cabecillas del procés. Carles Puigdemont, quien sigue en busca y captura, ya vio cómo el juez Pablo Llarena rechazaba la aplicación de la amnistía para los cargos de malversación que pesan sobre él. Ahora, Junqueras y el resto de exconsejeros que participaron en la gestión de fondos públicos para la organización del referéndum ilegal, se enfrentan al mismo destino.

El rechazo de la Sala Segunda del Supremo no solo reafirma la condena por malversación que pesa sobre ellos, sino que refuerza la idea de que la amnistía no puede ser utilizada como un instrumento político para borrar delitos graves cometidos contra el patrimonio público.

Con esta resolución, el futuro legal de Junqueras, Puigdemont y otros dirigentes independentistas parece cada vez más oscuro.