En medio de la creciente tensión internacional por los resultados de las elecciones presidenciales en Venezuela, el Gobierno de Pedro Sánchez ha reiterado su negativa a reconocer la victoria del candidato opositor Edmundo González, como exige el Partido Popular (PP). José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, ha subrayado en una entrevista con la Cadena Ser que sería "irresponsable" reconocer cualquier resultado sin la publicación y verificación completa de todas las actas electorales.

Albares ha enfatizado que la posición de España ha sido clara desde el principio: “No vamos a reconocer ningún resultado electoral si no se exhiben las actas de todas las mesas y pueden ser verificadas por la oposición y organismos independientes.” Esta postura surge tras la proclamación de Nicolás Maduro como ganador por el Consejo Nacional Electoral (CNE), ratificada la semana pasada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), a pesar de las crecientes dudas sobre la transparencia del proceso.

El ministro ha defendido que España no puede "reconocer unas cifras que nadie sabe de dónde salen", en referencia a los resultados ofrecidos por el CNE. Este escepticismo se ha visto reforzado por un informe del panel de expertos de la ONU que observó las elecciones y cuestionó la legitimidad de los comicios. Albares ha insistido en que “las dudas iniciales ahora son algo más que dudas”, lo que justifica la cautela del Gobierno español.

En cuanto a la posibilidad de reconocer a González como presidente legítimo, como ha solicitado el PP, Albares ha reiterado que tanto España como sus socios europeos están enfocados en "propiciar una negociación y un diálogo entre el gobierno y la oposición para que se respete la voluntad democrática de los venezolanos". Según el ministro, el precedente del reconocimiento de Juan Guaidó en 2019 demostró que tales declaraciones no siempre son eficaces para promover el cambio democrático en Venezuela.

Albares también ha dejado la puerta abierta a la adopción de nuevas sanciones contra el régimen de Maduro si no se cumplen las demandas de transparencia. Aunque no ha especificado plazos, el ministro ha afirmado que “no descarto nada” y que “barajaremos cualquier medida que pueda ayudar a que la voluntad democrática sea la que triunfe.” No obstante, ha subrayado que el objetivo principal es encontrar “una solución pacífica y negociada” a la crisis.

En respuesta a las críticas del PP sobre el supuesto "silencio" del Gobierno español, Albares ha rechazado esas acusaciones y ha defendido que España fue el primer país europeo en exigir la publicación íntegra de las actas electorales. Según el ministro, “esto no es un concurso de a ver quién queda mejor o quién va más lejos en sus declaraciones”, y ha acusado al PP de utilizar la situación en Venezuela para "desgastar al Gobierno".

En cuanto al controvertido papel del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, Albares ha vuelto a defender su labor en Venezuela, afirmando que “el Gobierno valora y aprecia” su trabajo, que también ha sido reconocido tanto por el Ejecutivo como por la oposición venezolana. “Tuvo un papel importante en la liberación de muchos presos políticos”, ha recalcado el ministro.

Finalmente, cuando se le preguntó si considera que Venezuela es una dictadura, Albares evitó dar una respuesta directa, afirmando que "no estamos aquí para hacer de politólogos". Con esta postura, el Gobierno de España se mantiene firme en su enfoque cauteloso y en su llamado a un diálogo que permita resolver la crisis política en Venezuela de manera pacífica y con garantías democráticas.
 

Ya no saben qué hacer para salvarle el culo a Zapateropic.twitter.com/HFQFhmD6xc

— Willy Tolerdo (@WillyTolerdoo) August 26, 2024