La decisión, anunciada este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), se basa en las críticas de la Comisión Europea sobre la competencia. Con un impacto económico de 50 millones de euros en indemnización, IAG retendrá su participación del 20% en la aerolínea española.

En un giro inesperado que ha captado la atención de la industria aérea y financiera, IAG, el conglomerado aéreo que incluye a Iberia, ha anunciado su decisión de renunciar a la compra del 80% de Air Europa de Globalia. Esta noticia, que ha llegado a través de una notificación oficial a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), pone fin a uno de los procesos de adquisición más esperados y controvertidos del sector.

La razón principal de esta cancelación radica en las críticas recibidas por parte de la Comisión Europea. Los funcionarios comunitarios habían señalado que las soluciones propuestas por IAG para abordar las preocupaciones de competencia eran insuficientes. El grupo, dirigido por el consejero delegado Luis Gallego, ha decidido que cancelar la adquisición es lo más adecuado para proteger los intereses de los accionistas. Gallego destacó en una nota enviada a la CNMV que "esta es la mejor decisión para proteger los intereses de nuestros accionistas" y reafirmó el compromiso de IAG con su estrategia para competir eficazmente desde su hub en Madrid.

A raíz de esta decisión, IAG enfrentará un impacto financiero significativo. La empresa deberá pagar una indemnización de 50 millones de euros a Globalia, en concepto de compensación por la cancelación de la transacción. Esta indemnización refleja el coste asociado a la ruptura de un acuerdo que, a pesar de haber sido objeto de múltiples intentos de ajuste y mejora, no pudo cumplir con los requisitos regulatorios necesarios.

El proceso de adquisición de Air Europa por parte de IAG no es nuevo en la historia reciente de la compañía. En febrero, IAG ya había intentado mejorar su oferta mediante nuevos compromisos en materia de competencia, conocidos como “remedies” en el argot comunitario. Sin embargo, estos esfuerzos no fueron suficientes para superar las objeciones planteadas por la Comisión Europea. La operación había sido previamente bloqueada en marzo cuando la Comisión optó por utilizar el mecanismo “stop the clock” para solicitar más información sobre la transacción.

La decisión de IAG de cancelar la compra marca la segunda vez que Iberia se echa atrás en su intento de adquirir Air Europa. La primera ocurrió en 2021, cuando el impacto de la pandemia redujo el valor de la operación de mil millones a 500 millones de euros. No obstante, la situación económica de Air Europa ha cambiado drásticamente desde entonces. La aerolínea ha logrado una notable recuperación, con un beneficio de 165 millones de euros en 2023, un incremento significativo respecto a los años anteriores.

A pesar del fracaso de la compra, IAG ha presentado resultados financieros positivos en sus cuentas semestrales. La empresa ha reportado un beneficio de 1.309 millones de euros, lo que representa un aumento del 3,8% en comparación con el periodo anterior. Además, la compañía ha aprobado la distribución de un dividendo bruto de 0,03 euros por acción, marcando la primera vez en cinco años que se retribuye a los accionistas.

Dentro del grupo IAG, Iberia ha registrado un beneficio operativo de 362 millones de euros hasta junio, un descenso del 2,86% respecto al año anterior. Sin embargo, la aerolínea ha visto un incremento en sus ingresos totales, alcanzando 3.490 millones de euros en el semestre, un 7,5% más en comparación con el mismo periodo del año pasado. De estos ingresos, 2.722 millones de euros provienen de ingresos por pasaje, un aumento del 14,1%.

En respuesta a la cancelación, la Comisión Europea ha señalado que "toma nota" de la decisión de IAG y procederá a evaluar si se cumplen las condiciones para finalizar la fusión conforme al reglamento de concentraciones de la UE. La evaluación determinará si el grupo aéreo ha cumplido con las normas establecidas y si la resolución de la transacción es conforme a los requisitos comunitarios.

Este episodio subraya las complejidades y desafíos que enfrentan las grandes transacciones en el sector aéreo, así como la rigurosidad de las evaluaciones regulatorias en la Unión Europea. IAG continuará enfocada en su estrategia para fortalecer su posición en el competitivo mercado aéreo europeo, mientras el sector observa de cerca las repercusiones de esta decisión sobre el panorama de la aviación internacional.