La fiscalía de Italia ha iniciado una investigación por homicidio involuntario tras el naufragio del yate Bayesian, que resultó en la muerte de siete personas el pasado lunes frente a las costas de Sicilia. Entre las víctimas se encuentran el magnate británico de la tecnología Mike Lynch, su hija Hannah, de 18 años, y varios de sus asesores financieros y legales. El grupo se encontraba celebrando la reciente absolución de Lynch de varios cargos de fraude cuando ocurrió la tragedia.

La fiscalía de Termini Imerese, encabezada por el fiscal Ambrogio Cartosio, confirmó la apertura de la investigación y subrayó que, por el momento, no se dirige contra ninguna persona en particular. "Estamos solo en la fase inicial de la investigación. La principal cuestión en la que se centran los investigadores es cómo un velero considerado 'insumergible' por su fabricante, el astillero italiano Perini Navi, se hundió mientras un velero cercano permanecía prácticamente ileso", declaró Cartosio en una rueda de prensa.

El incidente ha generado asombro entre los expertos en marina naval, quienes destacan que el Bayesian, un barco de alta gama construido por Perini Navi, debería haber resistido la tormenta en la que se encontraba y, en cualquier caso, no debería haberse hundido con tanta rapidez. La preocupación por las circunstancias del hundimiento ha llevado a los investigadores a considerar la recuperación del yate como un paso crucial en la investigación.

"La recuperación del velero Bayesian es fundamental para la investigación de lo ocurrido", afirmó Cartosio, añadiendo que sin esta recuperación será difícil determinar posibles responsabilidades. El fiscal enfatizó la importancia de examinar el yate para obtener respuestas claras sobre lo sucedido.

Entre las víctimas se encuentran Jonathan Bloomer, presidente de Morgan Stanley International, y su esposa Judith; el abogado Chris Morvillo y su esposa Neda; y el cocinero del yate, Recaldo Tomas. Por otro lado, quince personas sobrevivieron al naufragio, entre ellas la esposa de Lynch, cuyo consorcio empresarial poseía el yate, y el capitán del barco, James Cutfield.