La consejera de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, María Jesús Susinos, ha asistido hoy al XLIV Concurso Nacional de Ganado Vacuno Autóctono de Raza Tudanca en Cabezón de la Sal, popularmente conocido como la Olimpiada del Tudanco, un evento emblemático que ha reunido a miles de personas y que se celebra anualmente como una Fiesta de Interés Turístico Regional. Este concurso ha contado con la participación de aproximadamente 600 reses pertenecientes a 15 ganaderías procedentes de diferentes municipios de Cantabria, reforzando así el protagonismo de la raza Tudanca, uno de los símbolos de la ganadería de la región.

La pasá, uno de los momentos más esperados del día, ha sido el punto central de la celebración. Esta tradicional actividad consiste en la bajada del ganado desde los puertos de montaña hasta el valle, con las reses desfilando por las calles de Cabezón de la Sal, ofreciendo a los visitantes un espectáculo que evoca las costumbres ancestrales de los ganaderos cántabros. Miles de personas se han congregado para ver el paso de estas majestuosas vacas tudancas, que son un emblema del paisaje rural y cultural de Cantabria.

Durante su intervención, María Jesús Susinos ha subrayado la importancia de este tipo de eventos para la conservación de las razas autóctonas, y en particular de la tudanca, que ha descrito como una raza fundamental para las ganaderías de Cantabria. Destacó que esta raza es famosa no solo por la calidad de su carne, que calificó como “excelente”, sino también por su genética perfectamente adaptada a la ganadería extensiva, lo que la convierte en una especie capaz de generar un alto valor añadido en la economía rural de la comarca.

En este sentido, la consejera ha enfatizado la relevancia del sector primario como una "pieza clave y fundamental para Cantabria", reconociendo el esfuerzo diario de los ganaderos en su trabajo con estas razas autóctonas. Además, señaló que desde su departamento se mantiene un diálogo constante con los profesionales del sector, escuchando sus inquietudes, debatiendo sobre los desafíos que enfrentan y trabajando juntos para encontrar soluciones.

Susinos también hizo referencia a los retos recientes que han afectado a las ganaderías de Cantabria, en particular la presencia de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) en la región, que ha puesto a prueba la capacidad de organización del concurso. A pesar de estas dificultades, tanto el Ayuntamiento como los ganaderos han realizado un gran esfuerzo para mantener la celebración de esta importante fiesta. Este año, el evento ha estado marcado por estrictas medidas de seguridad sanitaria, que incluyen la desinsectación de los animales y los transportes, así como la obligatoriedad de presentar un certificado veterinario o una declaración responsable por parte de los ganaderos, dependiendo del destino del ganado. Estas medidas han sido clave para garantizar el desarrollo seguro de la feria y la protección del ganado.

La consejera ha estado acompañada por Augusto Rodríguez, director general de Ganadería, y Lorenzo González, alcalde de Valdáliga y presidente de la Asociación de Raza Tudanca y de la Federación de Asociaciones de Carne, quienes también han destacado la importancia de este concurso para la promoción y el apoyo a las razas autóctonas, y su impacto positivo en el ámbito económico y social de la región. Lorenzo González ha resaltado la labor que realizan los ganaderos para preservar la raza Tudanca, cuyo valor va más allá de lo puramente económico, ya que es parte integral de la identidad cultural y la historia de Cantabria.

La jornada comenzó temprano en la localidad de Ontoria, donde se celebró la feria, y continuó con la entrega de premios a las ganaderías más destacadas hacia las 14:00 horas. Los galardones reconocieron el trabajo y el cuidado de los ganaderos que crían estas reses en condiciones muchas veces adversas, en un entorno montañoso y con un sistema de producción extensiva que exige grandes sacrificios. La consejera elogió la dedicación de estos profesionales, que han logrado que la raza Tudanca mantenga su excelente calidad genética y siga siendo uno de los pilares de la ganadería regional.

Posteriormente, a las 16:30 horas, la celebración culminó con la tradicional ‘pasá’ por las calles de Cabezón de la Sal, donde el público pudo apreciar la belleza y fortaleza de las reses tudancas mientras desfilaban por el centro del municipio, en una demostración más de la conexión entre el ganado, la naturaleza y las comunidades rurales. La ‘pasá’ no solo simboliza el retorno del ganado a los valles tras el verano en los pastos de montaña, sino que también es un momento de encuentro entre los ganaderos y la sociedad, quienes se reúnen para honrar una tradición centenaria que sigue viva en los Valles Pasiegos y otras áreas rurales de Cantabria.

Este concurso, que lleva celebrándose desde hace 44 años, es mucho más que una competición ganadera. Es un homenaje a la cultura rural y a los ganaderos de la región, y un recordatorio de la importancia de preservar las razas autóctonas como la Tudanca, que juegan un papel esencial no solo en el ámbito económico, sino también en el mantenimiento de los ecosistemas y la biodiversidad de la región.