En la madrugada del viernes, un hombre de 29 años intentó ingresar a una comisaría en Linz am Rhein, una localidad ubicada al oeste de Alemania, armado con un machete y gritando «Allahu Akbar» («Alá es grande»). Según el comunicado de la Fiscalía General de Coblenza, el individuo declaró que su intención era matar a policías. Las autoridades locales, al percatarse del peligro, bloquearon la puerta de acceso principal y el acceso al patio interior de la estación de policía.

El atacante, incapaz de abrir las puertas por la fuerza, fue neutralizado por los agentes mediante el uso de una pistola taser, un dispositivo de electrochoque, lo que permitió detenerlo sin que nadie resultara herido. Las autoridades confirmaron que el hombre es de nacionalidad albanesa y, en el momento, se encuentra bajo investigación por intento de homicidio.

La Fiscalía informó que las primeras pesquisas apuntan a una posible motivación islamista radical. En la vivienda del sospechoso, se encontró pintada una bandera del Estado Islámico (EI), lo que refuerza las sospechas sobre un trasfondo extremista en este caso. La Central de Lucha contra el Terrorismo y el Extremismo ha asumido la investigación.

Este incidente ocurre apenas un día después de que un joven austríaco de 18 años fuera abatido en las inmediaciones del Consulado General de Israel en Múnich, tras un enfrentamiento armado con la policía. El joven, que iba armado con una carabina, intercambió disparos con los agentes antes de morir a causa de los impactos recibidos. Las autoridades germanas y austríacas investigan si este caso podría estar relacionado con un posible intento de atentado. En el teléfono móvil del joven se encontró propaganda extremista, lo que ha despertado sospechas adicionales.

El reciente ataque en Linz am Rhein es el tercer incidente con características similares en dos semanas en Alemania. A finales de agosto, un hombre sospechoso de ser simpatizante del Estado Islámico apuñaló a tres personas en una fiesta municipal en Solingen, también en el oeste del país.

Las investigaciones en curso buscan esclarecer la relación entre estos ataques y posibles redes de extremismo violento en la región.