Tras el devastador incendio que arrasó por completo el taller Isidoro San Justo en el polígono Mies de Molladar, los efectos de la tragedia aún se sienten profundamente en la localidad. El siniestro, que comenzó en torno a las 6:00 de la mañana del día anterior, ha dejado irreparables pérdidas materiales y un amargo sabor de incertidumbre en el negocio familiar, que ahora debe enfrentarse a su reconstrucción desde los escombros.

Causas del incendio aún bajo investigación

La Policía Científica, que continúa con la investigación en el lugar de los hechos, aún no ha ofrecido una versión definitiva sobre las causas del siniestro. A primera vista, se baraja la posibilidad de un fallo eléctrico, pero no se descartan otras hipótesis que puedan esclarecer cómo se originó el fuego que, en cuestión de horas, redujo el taller a cenizas.

Isidoro San Justo, propietario del negocio que lleva su nombre, ha mostrado su conmoción por lo sucedido. "Lo hemos perdido todo", comentaba, conmocionado aún por la magnitud de la destrucción. "Aún no sabemos cómo vamos a reconstruir todo esto, pero no tenemos otra opción. Hay demasiadas familias que dependen de este negocio".

Más de 40 vehículos calcinados, pérdidas millonarias

En el interior del taller, según las primeras estimaciones, había más de 40 vehículos, la mayoría coches de clientes que habían sido dejados para reparaciones o mantenimiento durante el fin de semana. La totalidad de esos coches ha quedado "para desguace", según el sargento de bomberos que dirigió el operativo de extinción.

Los peritos y aseguradoras ya están trabajando en la evaluación de los daños. Según los expertos, las pérdidas materiales podrían superar fácilmente los millones de euros, considerando la destrucción de la nave, los vehículos calcinados y la maquinaria altamente especializada que el taller utilizaba en su actividad diaria.

Un taller emblemático para la cuenca del Besaya

El taller Isidoro San Justo no es solo un negocio más en la comarca. Con más de 40 años de experiencia, la empresa se había consolidado como uno de los referentes en la reparación de coches y camiones en toda la cuenca del Besaya. La familia San Justo, que gestiona el taller desde sus inicios, ha sido un pilar económico en la región, generando empleo estable para decenas de trabajadores.

A lo largo del día de ayer, numerosos vecinos y empresarios de la zona se acercaron al lugar para ofrecer su apoyo a la familia y los trabajadores del taller. "Es desgarrador ver lo que ha ocurrido. Esta es una empresa que ha hecho mucho por la comunidad", comentaba uno de los residentes, aún afectado por la magnitud de la pérdida.

Tres incendios en un mes: ¿Coincidencia?

El incendio en Isidoro San Justo es el tercer siniestro de gran envergadura que afecta a Cartes en las últimas semanas. A principios de agosto, un bazar fue completamente destruido por las llamas, y en 2017 otro negocio del mismo sector sufrió un incendio similar. El alcalde de Cartes, Agustín Molleda, no ha tardado en expresar su preocupación por esta inquietante sucesión de hechos.

"Es preocupante. En menos de un mes, hemos visto cómo dos grandes negocios se han venido abajo por culpa de las llamas. No queremos especular, pero evidentemente necesitamos una investigación a fondo", señaló el alcalde, quien ha solicitado una reunión urgente con los cuerpos de seguridad para analizar la situación.

Reconstrucción y solidaridad

A pesar de la tragedia, la familia San Justo no está dispuesta a rendirse. "Reconstruiremos el taller. No sabemos cuándo ni cómo, pero lo haremos", declaró uno de los hijos del propietario. A partir de ahora, el proceso de reconstrucción será largo y complicado, con la implicación de aseguradoras y la evaluación de los recursos disponibles.

Mientras tanto, la comunidad local ya se está movilizando. Se espera que en los próximos días se organice una campaña de solidaridad para ayudar a los trabajadores del taller, muchos de los cuales han perdido no solo su lugar de trabajo, sino también sus medios de subsistencia inmediatos.

Bomberos exhaustos tras una labor titánica

El sargento al mando de los Bomberos de Torrelavega explicó que la situación no fue fácil de controlar. "Teníamos a más de 40 vehículos dentro, cada uno con su depósito lleno de combustible, lo que aumentaba el riesgo de explosiones y reactivación de las llamas", comentó. Durante la intervención, fue necesario utilizar mascarillas para protegerse de los gases tóxicos que emanaban de los materiales plásticos y aceites quemados.

A pesar de la intensidad del incendio, los equipos de extinción lograron contener las llamas y evitar que se propagaran a las naves cercanas. "El riesgo era enorme, pero conseguimos que el fuego no se extendiera", aseguró.

¿Qué sigue ahora?

La situación es delicada. Aunque las autoridades no han ofrecido aún una evaluación completa de las pérdidas, es evidente que el taller Isidoro San Justo tardará meses en volver a operar con normalidad. Por ahora, la prioridad será determinar el origen del incendio y resolver las reclamaciones de clientes y aseguradoras.

Mientras tanto, la comunidad de Cartes permanece unida, mostrando su solidaridad y apoyo a una familia que, pese a la adversidad, ya está dando los primeros pasos hacia la reconstrucción de su negocio.